Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un lienzo en https://hamzaiexk375226.blogscribble.com/38745225/el-incidente-zidane-materazzi-que-sorprendió-al-mundo